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martes, 10 de octubre de 2017

Los S-400 rusos, el escudo de Turquía contra... ¿Occidente?



A pesar de las "preocupaciones de Washington" expresadas por el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, Ankara y Moscú avanzan en el contrato sobre los suministros de sistemas antiaéreos rusos al país otomano. Esto marca un alejamiento de Turquía de los países occidentales, opina un especialista turco en temas de seguridad.

Las 'preocupaciones' de EEUU se refieren a la disposición de Turquía de oponerse a los grandes planes estadounidenses para la región de Oriente



Próximo, que "amenazan la integridad territorial de Turquía", opinó el especialista turco en materia de seguridad Abdulá Agar en una entrevista con Sputnik.

"Las condiciones y los procesos en la región se transformaron considerablemente. En los últimos tres años, Turquía estudió bien las amenazas en su contra y el comportamiento de Occidente al respecto", afirmó Agar.


En su opinión, las dos evidencias más importantes son el apoyo de los países occidentales al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) —que Ankara considera una organización terrorista— a través de sus 'ramificaciones' en Irak y Siria. A eso hay que sumar el apoyo a la organización FETO del clérigo opositor Fethullah Gulen, a quien Turquía responsabiliza de la fallida intentona golpista del verano de 2016.

Pero también "la aparición de Daesh, causada por la ocupación de Irak en 2003 por parte de Occidente" representa un "pretexto para reescribir el mapa de Oriente Próximo" y para otras acciones de injerencia en la región. Ante esta situación, "Turquía necesita otro enfoque para resistir estos intentos occidentales, y la compra de los S-400 forma parte de este complicado rompecabezas", destaca el experto.

Este proceso no se limita a los suministros de armamento. "Hay que analizar la situación en el contexto del cambio de los equilibrios estratégicos", subrayó Agar. Existe un fuerte sentimiento capaz de provocar la reorientación de Turquía desde Europa y EEUU hacia Asia. Occidente se da cuento de ello, pero sigue apoyando a las organizaciones que representan una amenaza para Turquía y, al mismo tiempo, hace promesas para mantener a Ankara de su lado, analiza el experto.

"No hay muchas razones para creer en las promesas occidentales: en el pasado, ninguna se vio cumplida", profundizó.

Así, el acuerdo ruso-turco sobre la venta de los S-400 es una continuación de la cooperación establecida en el sector energético y de seguridad. Al comprar los sistemas antiaéreos rusos, Turquía, país miembro de la OTAN, se aleja claramente de Occidente.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció el 25 de julio la firma del contrato sobre la entrega de un lote de sistemas S-400 rusos a Turquía.

Fuentes gubernamentales otomanas confirmaron a Sputnik la firma del documento, precisando que, por el momento, se trata de un preacuerdo y no del contrato final de compraventa.

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